A veces hay que atreverse

A veces hay que atreverse2023-07-13T15:37:28+03:00

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A veces hay que atreverse

A veces hay que atreverse… a veces hay que saltar a lo desconocido. No hay ninguna manipulación en esta fotografía de un hombre joven que salta al mar desde las murallas de la ciudad vieja de Saint-Jean d’Acre, en Israel. Hay suficiente profundidad bajo el agua, pero es imposible estar seguro antes de saltar y hacer la experiencia por sí mismo.

Y el personaje que está de pie sobre una roca que aflora del nivel del mar no hace más que añadir a la ilusión de la falta de profundidad, la duda, y la angustia de no poder saltar sin herirse.

Las cosas no siempre son lo que parecen, y al seguir el sendero de nuestra vida, más de una vez todos estamos confrontados a este dilema: ¿osaremos entrar en lo desconocido… o no? La elección siempre es nuestra, pero una cosa es segura: no atreverse no aportará ningún cambio. Atreverse a penetrar lo desconocido es como saltar al mar para descubrir, una vez en el agua, un nuevo mundo que no es posible percibir del otro lado… del otro lado del espejo. Y una vez que hemos visto el otro lado del espejo, lo desconocido deja de ser. La ignorancia ha dejado lugar a la consciencia.

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